Nuestros retos como riders

En la vida todos tenemos batallas internas y la mayoría de los riders tenemos que luchar unas muy particulares. ¿recuerdan ese doble, el drop o el truco que siempre nos deja pensativos? ¿ese sentimiento de vacío en el estómago y el corazón latiendo muy fuerte? esa sensación se detona en el momento en que decidimos coronar esa batalla e ir más allá de nuestros límites y sólo se detiene en el momento que lo logramos.

Cuando nos trazamos esa meta, todo cambia y se crea un punto de quiebre, se instala un chip en nuestro cerebro que se activa constantemente cuando estamos montando o parchando con los amigos, no nos deja dormir y hace que se lo expliquemos hasta a las personas que no tienen la más mínima idea del deporte.

¿Recuerdan el día que uno decide afrontar esa deuda? todos podemos afirmar que el tiempo no pasa, las manos sudan, el corazón se quiere salir y en el camino a la cima para tomar impulso, las piernas pierden la fuerza y no dejan de temblar. La decisión de hacerlo se toma en el partidor, en ese momento soltamos los frenos y nuestra mente solo se enfoca en la técnica, en el camino, solo se siente el sonido de las llantas sobre la tierra y la propia respiración, dejamos atrás todo ese susto e incertidumbre porque ya sabemos que lo vamos a lograr.

Cuando aterrizamos, la adrenalina y la emoción se salen de nuestro cuerpo, celebramos como si hubiéramos logrado el mayor reto de nuestras vidas y solo pensamos en buscar una cerveza fría para brindar con los parceros, ya que ellos comparten esa alegría, son parte de ese reto, lo han analizado con uno, se han parado a visualizarlo, han dado consejos y ánimo para lograrlo, de ellos también es ese triunfo.

Esa satisfacción que solo nosotros como riders la podemos compartir y después de eso siempre nace un nuevo reto.